CAPÍTULO 110 : DESCANSO DE MEDIA JORNADA ( I )

En Saint Andrew acaban de sonar las campanas de la capilla, es la una del mediodía, y eso significa que, las clases del día, han finalizado, en lo que es, la jornada de la mañana, así que, todos en el aula nos levantábamos, con orden y dejábamos las cosas en el cajón del pupitre y nos íbamos al patio a jugar hasta que, como siempre el padre Raphael, nos viniera a buscar, para ir al comedor a comer. Esa sería la segunda vez que iría allí tras el desayuno, tras el Gran Castigo y los posteriores días de recuperación en la enfermería y en mi habitación, sin Nollen en unas horas al día por que éste, debía acudir a clase.Nollen y yo, al salir del aula teníamos un plan, saber que es lo que había sucedido con Terence Buck Pittsburg,, ya sabéis, el chico homosexual, al menos lo pensábamos la mayoría aunque él jamás y os lo adelanto ahora, confesó tal situación, solo es que una vez fuera de la escuela me lo encontré por la calle y no lo conocía e iba cogido de la mano de otro hombre, pero eso ya os lo contaré más adelante, sino ahora sería adivino.Así que una vez salidos del aula, íbamos por el pasillo en camino de la enfermería por que pensamos que éste estaría allí una vez que supimos que le habían dado el alta, realmente no era así, al llegar allí, la enfermera nos indicó que estaba en su cuarto, que el médico lo había visitado ahí, pero que recomendó que no se le molestara y tampoco que recibiera de inmediato el castigo por fugarse por que lo hay, y ya os comenté cual era, y uno en especial, que, se llegó a ir a Canadá como quien da una vuelta al jardín, si Michael Full, que estuvo en las celdas de castigo unas dos semanas, acudiendo desde allí a clase que era el único contacto que tenía con nosotros y con su uniforme Beige como yo, llevo ahora, éste recibió azotes, si, por que su propio padre lo recomendó, que cada vez que hiciera una travesura gorda se le castigase de esa manera, para poder dominarlo bien, en cambio a Pittsburg, su castigo no se había decidido, ni tampoco quien lo iba a ejecutar y como, y de hecho, nosotros dos, nos encontramos al señor Road, por el camino, éste nos indicó, -A dónde vais chicos ?, nosotros le comentamos,-Vamos a ver a Terence, si es que nos dejan entrar, éste extrañado nos preguntó si había algo de transfondo en esa visita peculiar, nosotros le indicamos que no, que no lo había, y nos acompañó hasta la mismísima puerta de su habitación y picó en la puerta, Terence contestó desde dentro, -Adelante, está abierto ¡, pasamos los tres, el señor Road le indicó a Terence que tenía visita y éste se giró nos vio y indicó, ah, sois vosotros .......,-Si le dije yo, nosotros somos, hemos venido a saber como estabas, después de lo sucedido, el señor Road, nos indicó, espero fuera, no estéis mucho tiempo por eso de que no es legal que estéis aquí.Terence preguntó sobre las clases y la gente, si se comentaba lo sucedido, si es cierto, le dije yo, los comentarios mejor no sepas, ya que no son agradables, pero ten  encuenta que, a ti, te deben aún que castigar, y que quien lo haga y como lo haga lo decidirán, éste indicó, -Charles, tengo miedo de ello, me dolerá y además de mostrar mis nalgas otra vez aunque sea para eso, no es agradable, -Ya, le dije yo, peor a mi me zurró el Prefecto, y eso se nota que te lo digo yo, lo hizo con esmero por que me odia, -Eso es lo que me preocupa, Nollen como es habitual en él, indicó una de sus auténticas locuras, -Mira, te pondrán en las celdas de castigo que están en el sótano, no hay ventana, la única luz que entra es la puerta que tiene una ventanita con reja, y después de azotaran allí, de tal forma que tus gritos no se oirán arriba, y tus nalgas solo las van a ver quienes estén ahí,-No le hagas caso ¡ le indiqué yo, aun no se sabe.El señor Road entró en la habitación pareciendo haber oído todo, Pittsburg, lo que dice el señor Lidberg es correcto, no se sabe, yo como profesor debo estar en esa reunión en cuanto se celebre que no será en éstos días, tardarán, bien, vosotros dos, bajaos ya abajo antes de que os hechen en falta, y eso es lo que hicimos, al menos ya le habíamos visto, mas tranquilo relajado, Nollen y yo nos quedamos en la escalera de la entrada al patio, en su barandilla de piedra sentados.