CAPÍTULO 127 : HORA DE COMER

Nollen y yo, seguíamos en el tercer piso, seguíamos comentando lo que el padre Raphael nos había comentado antes de levantarnos para ir al patio, eso de patio es un decir, ya que Nollen y yo estábamos en el tercer piso del colegio, que está abandonado por completo, sin hacer mucha escandalera para no ser descubiertos.La conversación, ya sabéis entorno a que gira, si, a eso, a la Navidad que se avecina y que quedan pocas semanas, precisamente, Nollen las pasará en la escuela, sus padres viajan mucho, y los parientes más cercanos, los tiene a cientos de Kilómetros, y por tanto, éstos parientes, de los que ya os hablaré, lo vienen a buscar al colegio en Verano.Yo acabo de saber que tengo mismo destino, es decir que voy a hacer compañía a Nollen en su sufrimiento, ya seremos dos que estaremos en el colegio, si, pero sin hacer clase, ahora falta saber si, tendremos regalos navideños o no, de ello habrá que estar atentos a los próximos capítulos de ésta singular historia.Por lo pronto, Nollen y yo decimos que ya era hora de bajar, quedaban unos minutos para que el padre Raphael, tocase las campanas de la capilla, lo que lleva a, entre otras cosas, a que los demás hagan las filas para entrar en el comedor acompañados como chicos modosos y educados al comedor, saludemos al profesorado y Director allí sentados, y nos sentemos estando en silencio y comamos, no nos dejan hablar, pero algunas veces, más de uno desafía esa norma y habla en voz baja, yo mismo lo hago constantemente, y Nollen por lo bruto que es, lo hace de forma descarada.Como un guión escrito, cada comida y cada cena, las campanas empezaron a sonar, y eso hace que todos dejen de correr, jugar al fútbol, salgan de los lavabos, algunos precisamente no van a hacer sus necesidades, sino a fumar a escondidas, pero para que el profesorado se de cuenta, ya hay un soplón que les dice todo y como no, ésto de fumar igual.El padre Raphael, nos reunió a todos, los chicos de los diferentes cursos de Secundaria, a los que nos dijo lo siguiente, -Voy a descubrir ahora mismo a los fumadores, los que posean paquete de cigarrillos y mechero, y a los que han fumado van a  recibir la friolera cifra de 60 azotes por chico, si no sale quien es, o quienes son los que traen ese material a la escuela, prohibido por la Ley, los cursos enteros no vais a dormir esta noche, os aplicaré el castigo peor para éstos días, si quereís coger una pulmonía allá vosotros.Yo miré a Nollen, ya se que no estaba implicado, por que estuvo conmigo todo el rato, pero quería saber que era eso, del CASTIGO DE LOS COLCHONES, como se llamaba a ésto y Nollen como ya lo ha vivido me lo explicó, -Charles, prepárate, es el peor castigo que hay en Saint Andrew, toda la noche dando vueltas al patio, a ese que ves ahí, desnudos, es decir el calzoncillos y descalzos, y con el frío que hace ahora y la nieve caída, es para matarnos, yo prefiero que los culpables confiesen y no tengamos que padecer, pero vamos a ser hombres y lo aguantaremos como lo de las patatas, te acuerdas ?, -Que si mi acuerdo , joder ¡ y tanto..........la zurra que tu y yo nos llevamos, aún la estoy recordando....Pero hubo suerte, llegó el jardinero y ante el padre Raphael indicó que, había encontrado una cajetilla de tabaco y la sorpresa vino en cuanto su dueño la reclamó para si, fueron cayendo varios, hasta 6 chicos de último curso lo hicieron, ahora éstos iban a cobrar su merecido por ello y por no ser valientes y dar el paso al frente dejando que la resta fuéramos castigados sin motivo.Y después de ello, el padre Raphael llevó a la resta al comedor, los que iban a ser castigados se quedaron allí de pie cara la pared, a la espera de ser llamados, no comerían ese día y la paliza que les esperaba era buena desde luego.La resta entramos en el comedor, saludamos y nos sentamos, Nollen se sirvió el agua de la jarra y yo hice lo mismo, el primer plato, era nada más y nada menos que sopa, y el segundo creo que fue, carne rebozada, con arroz blanco y de postre Tarta de Limón, para bajar la copiosa comida, y todo ello, antes de afrontar la tarde con las clases de Ciencias Naturales, con examen y con la de Música, ídem de lo mismo.