CAPÍTULO 95 : LLEGÓ EL GRAN DÍA ( RITUAL PREVIO )

Si, así, amaneció de forma abrupta y además estaba nublado, como si hubiera llovido toda la noche, las campanas de la capilla eran  el despertador para todos desde hace unos meses, en que empezó el curso, Nollen se despertó al igual que yo, y me comentó,-Buenos días joven amigo, estás preparado para eso ?, yo al principio creí que era otra de sus cosas extrañas y le seguí el juego, -Pues si, lo estoy, además creo que hasta les voy a vencer con mio arrogancia, y por mi saber estar en ese sitio, que me zurren lo que quieran, que yo estaré ahí.Bien dijo Nollen, procura acordarte de mis consejos y todo irá bien, ah ante todo, si te preguntan cuantos azotes te han dado, tu di que no sabes, si les dices la respuesta correcta que sería lo normal, ellos te azotarán más.Acto seguido se tocó en nuestra puerta, de hecho era normal que sucediera, y el que tocaba en las puertas de las habitaciones, eran los Prefectos que, ya se habían puesto de gala para mi castigo.Salimos de la habitación con la toalla puesta, y nuestro neceser para ir al fondo del pasillo dónde estaban los lavabos y las duchas, ya sabéis que, había que esperar, antes de que nos tocase, la diferencia estaba, en que todo el mundo ésta vez me daban golpecitos en la espalda para darme ánimos, todos no, claro, uno se mantuvo a distancia, si el Delegado que jugó el papel crucial se quedó sin animarme, se metió en la ducha y se enjabonaba cuando Nollen y yo entramos en las duchas, además había un Prefecto vigilando y si veía que salías demasiado pronto de las duchas, te mandaba ir hasta él y te examinaba y te decía que regresases a ellas a lavarte bien.Tras pasar esto regresamos a las habitaciones, la diferencia estaba en que Nollen se puso su uniforme y cogió lo necesario para éste día y yo debía quedarme en la habitación a a esperar a los Prefectos, a los 6, para ser exactos, y es que hay una ceremonia cuando hay castigos como estos.A su vez, el Director, el señor Alistair Edwing apareció en escena, y quiso hablar conmigo, -Joven Lidberg, espero que con éste castigo aprendas la lección y te portes como un hombre a partir del momento después del mismo, ya se que en tu anterior escuela no azotaban nunca, por eso les va como les va a los estudiantes de las escuelas públicas, aquí enderezamos a los chicos con rapidez y tu hoy, lo vas a comprobar, debes ponerte ésto, yo lo vi, y era el vestido que me enseñó Nollen el suyo levaba el nombre y apellido, y el mío llevaba eso, igual, el short era hasta medio muslo, beige y los calcetines hasta las rodillas que eran beige y unas zapatillas blancas, ese uniforme tan peculiar, lo tendría que llevar después del castigo, al menos tres semanas más, lo que me hará diferente ante los demás.Tras la marcha del Director que regresó a su despacho, llegaron los 6 prefectos con la correa de cuero, no, no me iban a azotar en la habitación, lo iban a hacer en su despacho al lado de mi aula, la tradición en Saint Andrew, es que los 6 Prefectos deben acompañarte hasta el lugar de castigo, en el caso de la Tarima, desnudarte y atarte, y dejar que sea el padre Raphael quien azote, pero al haber ésta pequeña variación, la tradición dice que estoy a la merced de ellos y sus decisiones, y éstos estaba ya haciendo lo que no debían de principio, llegaron y me empezaron a increpar,-Haber, niño estúpido, hoy te vamos a zurrar, y lo haremos con fuerza, a ver si aguantas como dicen que haces, tu debes decir Si señor, dilo, -Si señor, eso está bien chico.Nos marchamos, y yo iba en medio de ellos, el ritual era idéntico en todos los casos, y ya os digo que lo que varió era esto de azotarme en privado,Continuamos el pasillo de esa forma, cuando me cruzaba con alguien, ese alguien te miraba fijamente y serio, y en el pasillo de Primaria, nos encontramos con un chico de unos 10 de edad arrodillado en el pasillo, al parecer había sido castigado de esa forma durante una clase, y por lo que se, fue azotado minutos después y que eran sus primeros azotes de su vida corta.Al fin llegamos a dónde nos teníamos que dirigir, mi aula estaba cerrada y estaban en clase de matemáticas, con el señor Alistair Edwing, es decir el Director.La sala de los Prefectos estaba insonorizada, es decir que nadie iba a oír ni los azotes ni mis gemidos o llantos, por tanto era hora de empezar a ver que es lo que me tenían preparado éstos, yo ya los temía por sus malas intenciones........