CAPÍTULO 87 :PIDIENDO EXPLICACIONES DEL CASTIGO ( SOLICITUD CON EL SEÑOR EDWING )

Tras el castigo recibido por mi, y que otros dos chicos se librasen de ello, me puso un poco histérico, Nollen vio las marcas de mis nalgas en el lavabo, tras finalizar esa fatídica clase, eso si, las normas de Saint Andrew dejan que, cuando un alumno ve su castigo recibido como no merecido puede ir a poder hablar con el maestro que se lo haya aplicado, y eso es lo que yo pensaba en esos momentos, Nollen me acompañó hasta el despacho del profesor de matemáticas, Alistair Edwing, por que yo, estaba convencido claramente que era hasta ese momento un alumno modélico en ese difícil lugar, ya que es casi imposible no estar tentado de hacer alguna travesura que merezca castigo de azotes como fue mi caso, pero yo a diferencia de otros chicos más traviesos, se me castigó en clase por llevar mal el uniforme, tanto me había movido yo sentado para poder llevar la camisa por fuera ?, no lo sé, y eso es lo que yo iba a rebatir con el señor Edwing.Nollen y yo subimos a la zona dónde los profesores tienen sus cuartos, dónde están cuando no hay clase corrigiendo deberes o preparando exámenes en cuestión, y eso que la Evaluación está cerca, pero de ello hablaremos en su momento, piqué en su puerta, la típica con la placa con su nombre, éste gritó,-Adelante ¡ y yo abrí la puerta, y recuerdo haberle comentado, -Señor Edwing, señor, soy Charles Lidberg, el chico que castigó hoy en su clase por llevar la camisa por fuera, éste se levantó de su sitio, se acercó a mí, y me miró fijamente para decirme,-Si, ya se quien eres, que se te ofrece ?, -Verá señor, le venía a comentar el castigo en si, no estoy de acuerdo con que me haya castigado y humillado ante la clase y que los otros dos chicos se librasen de castigo más amplío por que usted se divirtiera conmigo, y se cansase.Éste se giró y regresó la mirada hacía a mi, Nollen entró entonces, y se sentó en una silla a observar, el señor Edwing, me comentó, -Joven, creo que tu reclamación sería lógica si, esos dos a los que te refieres se hubieran librado de su castigo que no se han librado, serán castigados por el Prefecto, da gracias a que te castigué yo, y no el Prefecto, de lo contrario dado que te la tiene jurada, no te hubieras podido sentar en meses, de los azotes que te hubiera dado él, en el Claustro de Profesores se comentó y mucho ese enfrentamiento, y no se tomó decisión al respecto por que consideran todos y yo lo creo que, eres un buen estudiante, y que te has adaptado bien al sitio aunque algunas veces sea a palos, pero creeme si te digo que, era mejor que, te hubiera castigado yo, 12 azotes no es comparable con otros tantos del Prefecto, yo usé una vara, sabes que usa el Prefecto ?, una correa ancha de cuero, y es un chico de 2 años más que tu, que tiene la suerte de estar en el último curso, lo cual, no quiere decir que no se le pueda azotar, por que puede ser, y que además tiene ese cargo, aún te queda dos cursos para eso, se paciente y no pienses en el castigo recibido, muchacho.Nollen estaba detrás sentado y acomplejado, pero no dijo nada en todo ese momento, yo obtuve las respuestas que buscaba, y antes de marcharme dando las gracias por las respuestas, el señor Edwing me preguntó, -Señor Lidberg, una cuestión, en su casa le habían azotado alguna vez, aunque sea con la mano y encima de las rodillas de su padre o madre ?, -No, le respondí yo, solo aquí los he recibido, y con aguante por que mi padre es lo que dice, siempre, es un colegio de los mejores, duro y si me castigaban, yo debía ser un hombre y afrontarlo y eso es lo que hago señor.-Bien señor Lidberg, eso es por lo que yo creo en los castigos como éstos, hace hombres a los adolescentes, les hacemos recapacitar en sus actos, usted señor Nollen no opina ?, -No que va, yo ahora no, señor si no le importa, -Bien desean alguna cosa más, -No respondimos, y éste nos invitó amablemente a ir al patio a jugar con los demás, antes de comer.He de decir que, no eran muy útiles éstas visitas, a las Oficinas, como llamábamos nosotros a éstos lugares en Saint Andrew, pero algunas veces si, no era el caso, como ya estáis viendo, al salir de allí y empezar a bajar las escaleras, subía por ellas el Prefecto que nos paró,-Hombre si aquí están los duros de primer curso de Secundaria ¡, lástima que no estéis en mis manos, se lo que sucedió Lidberg, te libraste de mi, pero recibiste lo tuyo, -Déjame en paz ¡ le espeté yo y ves a castigar que te quedan dos aún ¡, éste se enojó y me gritó, -Te la estás buscando ¡, y o me giré y me bajé el short y los slips y le espeté, mira las marcas de mis nalgas, pégame se quieres y acabemos de una vez¡, Nollen le estaba cogiendo por el brazo y quería sacarme de allí, me cogía de los slips y el short y me decía, -Anda vámonos antes de que se líe más, déjale tranquilo y no lo provoques, la verdad es que, no se que haría yo sin él, me subí todo y nos fuimos escaleras a bajo, éste se quedó allí mirándome y gritó, -Ya te cogeré Lidberg ya ¡¡¡