CAPÍTULO 72 : LA REVISIÓN MÉDICA

Ya había llegado el Viernes por la mañana, y en ésta ocasión, debido a que había de buena hora de la mañana revisión médica establecida a todos los colegios sin excepción, por las autoridades educativas, en nuestro internado también llegaron, estábamos ya advertidos por el padre Raphael, que es quien organiza el evento junto al personal sanitario propio nuestro, enfermera y médico habituales, ellos revisarán a los más de 800 alumnos que hay en total, en el edificio, durmiendo, y estudiando, eso hará que, las clases del Viernes queden suspendidas y que no se hagan por que las revisiones médicas, se hacen una vez al año, al inicio del curso para precisamente no entorpecer, yo comparaba las de mi ex-escuela con éstas y no tenían nada que ver por lo que Nollen ya me había contado anoche.Nollen estaba nervioso, no le gustaban las agujas y trataba de escapar de aquello con excusas tontas diría yo, pero a nosotros al ser de secundaria, se nos permitía estar en los pasillos hasta que el padre Raphael nos viniera a buscar para hacer la fila, y bajar al lugar escogido que era el gimnasio, por que era el lugar más grande para poder hacer el circuito con las diferentes pruebas a realizar, análisis de sangre y orina incluido, eso hace que tuviéramos que usar el lavabo del gimnasio con la estrecha vigilancia de varios profesores.De esa revisión médica, todos los alumnos nos llevamos un recuerdo amargo, si, no solo por el aceite de Recino en si, sino por la pinchada que te dan en las nalgas tumbado en una camilla boca a bajo y en slips, nada de tu ropa, eso queda a la entrada.Finalmente fuimos llamados a filas, el padre Raphael apareció, y nos grito,-Venga muchachos os toca a vosotros, primer curso de secundaria¡¡¡ y nos levantamos, nos pusimos en fila de dos en dos y él, el padre Raphael contó que estuviéramos todos, faltaba uno, quien iba a ser, Nollen.El padre Raphael, preguntó a todos y en especial a mi,-Señor Lindberg dónde anda su amigo Nollen ?, yo le contesté, -No lo se padre, estaba hace un rato aquí,-Bien, bajemos, les dejaré en el circuito y luego subiré a buscar a ese malcriado, el Prefecto de zona se presentó para poderlo buscar de mientras estábamos de camino, el padre Raphael se lo ordenó y nos marchamos, el Prefecto se puso a buscar, Nollen hacía ésto para evitar las revisiones médicas como os decía, y lo hacía cada año, era habitual, pero no por ello lo evitaba, más bien, cobraba por ello, un castigo y lo forzaban a ir, y eso es, lo que iba a suceder, con la diferencia de que el Prefecto quería venganza yt estaba enfurecido, yo en la cola estaba preocupado por eso, al faltar éste a mi lado, me colocaron al fugado, Christian Foull, el chico negrito, que era hijo de un diplomático sudafricano, éste me indicó,-Si fuera yo él, me largaba corriendo para no ser encontrado, habrá elegido el sitio más tonto para esconderse y a ese, Prefecto no se le toma el pelo, lo acabará encontrando y lo molerá a palos, ya lo creo, -Que dices, Nollen es listo, lo encontrará posiblemente, pero molerlo a palos no, creo que no, le comenté yo, Nollen en realidad estaba en el piso tercero en nuestro escondite, el Prefecto no lo encontraría jamás, ahora, esquivar la revisión, tampoco, por que se la harían a él solo dos días después en pleno fin de semana, para muchos.Pero no adelantemos acontecimiemtos, la clase llegó a la puerta del gimnasio, y el padre Raphael nos ordenó quedarnos en calcetines, camiseta, y calzoncillos, y esperar en cola, yo miraba a la resta de compañeros, hacíamos un aspecto extraño en slips, bastante era que nos los iban a estar subiendo y bajando en las pruebas,y se dio la orden de entrada, de 5 en 5, a la que el último ya estaba acabando, se daba la orden a otros cinco, y así iban haciendo, los que salían salían haciendo gestos de asco por el Aceite de Recino, muy sano decían para nuestros jóvenes cuerpos, y doliéndose las nalgas por el pinchazo recibido, los demás los mirábamos asustados, los que acababan se vestían ante nosotros y esperaban en otra cola frente a nosotros, así que hasta ese punto perfecto, luego entramos unos cinco más en los estaba yo ya, lo primero la vista, después tocó reflejos en la rodilla, luego la tensión, después pasamos a la respiración haciendo soplar un pote con una bolita, luego las pulsaciones y todo ello lo iban anotando, para pasar ya si al asunto análisis, el de sangre iba al brazo la aguja, yo no miré, y después el de orina, te daban un vasito y un potecito y te iba al lavabo y lo hacías, en el vasito, asqueroso pero había que hacerlo, y después metías un poco para ellos, en el tubito, lo entregabas a la enfermera que lo etiquetaba como el de la sangre, y después el peso y altura, y todo ese circuito acaba con la estirada en la camilla y el médico bajándote el slip para tener a su alcance las nalgas, tú debías estar quieto, y eso ante el compañero que estaba en fila esperando, como yo vi a Foull, que aguantó como un hombre, a mi me costó más, pensad que era una señora aguja, el médico daba una palmada en las nalgas, como un azote y pinchaba.A partir de ahi, uno se levantaba se pasaba la cortina de ese sitio y pasaba a lo peor, al Aceite de Recino, una cucharada bien grande, eso era como un regalo a los chicos, para que nos acordemos que, el año que viene si estamos aún internos estaremos otra vez con ésto, luego salimos y nos vestimos, y vimos entrar a los 5 siguientes.Pero Nollen no apareció, el Prefecto llegó hasta nosotros y comunicó al padre Raphael que no había podido encontrar a éste.