Una vez situado con lo que eran los Prefectos, pasa ahora a ser la hora de la verdad, las aulas de la escuela, la que usaré todo el curso entero, y encontrada gracias a que he ido con Nollen hasta ella.La primera impresión que me llevé de ella, es que era grande, espaciosa y llena de pupitres, de dos en dos, la cuestión era dónde me iba a sentar yo en esa clase, la resta de compañeros todos debidamente como yo uniformados con los shorts grey y los calcetines llegando a las rodillas, estaban de hablidurías en el aula, contando lo que habían hecho en Verano, y que es lo que habían podido hacer, dónde habían ido y las novedades de la escuela, hay que pensar que todos ellos estaban familiarizados con el colegio, sus normas, el cuidado de no chocar con los Prefectos y que cuando éstos pasan por los pasillo, se debe uno apartar, ese será mi primer error con ellos, pero de ello hablaré más tarde.La clase que íbamos a dar a esa primera hora, era con el Director, pero no su materia, sino las explicaciones de horarios y demás a nosotros, los alumnos clase por clase y presentarnos quien sería el tutor nuestro, en eso si puedo decir que no tuvimos suerte, el Padre Raphael, se puso al mando finalmente de la clase de Ética y Moral, ganando la partida al señor Road, que si hará ésta materia en clases de primaria, es decir que un cura iba a ser nuestro tutor y por supuesto al verlo entrar con el Director observé que muchas caras eran de asco, o de decir, no podía ser peor.El Director, inició sus palabras indicando que había alumno nuevo, es decir yo, que me levantase y eso hice, me preguntó edad, y lugar de procedencia, quince años le respondí y de una población en el centro de Inglaterra llamada, Brixtol, no confundir con Bristol que es ya una ciudad importante, luego me indicó que por que había venido hasta ahí, lo que respondí que yo no tuve elección, mis padres eligieron el centro y que yo venía de uno de los colegios públicos que había sin uniforme, lo cual la resta de la clase se sorprendió y se quedaron estupefactos con eso, un chico, adolescente con libertad de ropa acaba en un sitio al que todos no querrían estar, es como una cárcel definían todos, luego me indicó que me sentara, eso hice, Nollen estaba a mi lado y me indicó que, perfecto con el dedo, ellos preguntan tu respondes bien, sin vacilación y dudas, te han puesto a prueba y la has superado bien.Al lado de ambos estaba el Prefecto, de la zona, explico, cada zona tenía un Prefecto encargado de poner orden en esa zona, aulas y habitaciones, pasillos, entonces el primer error que tuve con ellos fue que en un pasillo no me aparté,. no lo vi pasar.iba distraído con los libros y topé con él, éste al entrar en el aula me llamó por mi nombre, lo podían hacer, interrumpir una clase y llevarse a un alumno para ser castigado o amonestado, en mi caso por desgracia fueron ambas cosas.Me levanté, Nollen me miró con cara de decirme te van a zurrar, y me marché con éste a no se dónde pero me lo diría por el pasillo largo y extenso que había, si a su Oficina de zona que se se le llamaba, su despacho y allí una vez cerrada la puerta me comentó, que si yo era un chico mal educado, que no ha respetado la norma principal de paso de los Prefectos, y me dijo que cuando hablase ante uno de ellos, estuviera de pie y con las piernas abiertas y los brazos a la espalda en el acto, luego yo, le hice caso para evitar males mayores, en esa posición incómoda, esperé a que acabara su charla, éste me dijo que el castigo por esa insolencia eran de 6 azotes de vara, yo pensé Dios mío ¡, luego por su cara pensé que me los perdonaba por eso que me comentó Nollen, que ha veces esperan a la tercera falta para el correctivo, y no, éste no fue el caso, se levantó y yo en mi posición , y fue a buscar una vara que tenía en un cuartito, allí pude ver yo que tenía varas, muchas y paletas de madera para los castigos, entró de nuevo, con la vara en la mano, yo empecé a temblar, como ese chico al que solo una hora antes le habían dado su merecido, éstos Prefectos eran unos monstruos, con la población infantil y juvenil, lo pensé, el Prefecto me dijo, si quieres evitar el castigo, te doy una oportunidad, dime, me dijo, te han azotado alguna vez ?-No, le contesté yo, seguro ?-Me dijo él, tendrías que probarlo, yo creí que me quería enredar o liar, para ver que contestaba, pero idiota de mi le dije, mira, prefiero que me azotes ya, y no perdamos el tiempo, soy un chico sincero, te digo que no me hace gracia pero si incumplí la norma en cuestión, merezco el castigo y no hay nada más.Él, reaccionó indicando que yo tenía agallas y que me las iba a quitar esa manera grotesca y osada, y cierto es, me indicó algo que me sorprendió, que, me bajase los pantalones, los shorts, y que me los dejase en los tobillos, y que me apoyase en la silla, lo cual yo vergonzosamente hice, y él se acercó con la vara y me la puso en mis nalgas, me preguntó-La sientes ?, yo le contesté si, la siento, luego empezaron los azotes, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, luego me indicó que me levantase y me dijo, ahora chico nuevo ya estás marcado, ve a tu clase.Al llegar a la puerta antes de llamar, me puse bien el uniforme, y piqué en la puerta y entré, todos me miraban y Nollen me preguntó en voz baja, que ?-Yo con la cara apunto de llorar le dije me duele mucho, en la habitación después te enseño, él para animarme me indicó, que no me preocupara, que no me comiera la cabeza con el castigo, le dije que fueron 6 y que me había tenido que bajar el short desde el principio, él, Nollen me indicó que ese Prefecto se la tomó conmigo y que vigilara la resta del curso, que ese iba a estar encima de mi como una lapa, y menos mal que no me obligó a contar, tenía las nalgas ardiendo, si me movía en el pupitre por algo me dolía, El Director acabó de hablar, el horario ya lo teníamos uno por habitación y debíamos ponerlo tras la puerta de la misma, la clase se iniciaría con el Padre Raphael, que nos daría la clase de religión y unos aspectos básicos de la Biblia y la vida de Jesús de Nazaret.Era un tostón pero el Padre Raphael lo conocían todos por que no admitía intromisiones, y se paseaba por los pasillos del aula con una regla de madera, con la que pegaba en la cabeza o en las nalgas de los alumnos incordiantes como él decía que eran esos.Y yo recibí reglazos como el que más, pero ya os lo diré de todas formas.
Al Padre Raphael cuando castigaba sin azotar le gustaba que estuviéramos toda la hora de su clase si es que nos castigaba así de ésta forma aquí no voy arreglado con mi uniforme completo, por que es una recreación, pero si que había en las aulas la mesa del profesor encima de un estrado grande y amplío, tu si te decía de rodillas era ésta la posición mirando a tus compañeros durante una hora, eso te destrozaba las rodillas seguro.
