EXPERIENCIA DE INTERNADO
Como habéis visto, el COLRED es un edificio de varios pisos y
las aulas de clase están solamente en el primer nivel. ¿Qué habrá en los pisos superiores? Era la
pregunta que nos hacíamos entre chavales y que pronto descubriríamos.
INSTRUCCIONES Y PREPARATIVOS
Pues bien, ya os he contado que al llegar al tercer grado de
bachillerato, entre los 12 y 15 años de edad, empezaba la disciplina y estar de
internos facilitaba domar esa rebeldía de adolescentes. “La letra con sangre entra” era la premisa
que guiaba los destinos de los chavales de colegio…
Nos citaron para el primer fin de semana con lunes festivo, por lo que serían 4 días
de experiencia. Debíamos ir el viernes
muy bien uniformados y llevar como equipaje artículos de aseo (jabón, crema
dental, cepillo para dientes, peinilla, corta uñas, alcohol y una máquina de
afeitar), y traje de gimnasia, útiles escolares (cuadernos y libros, lápiz y
borrador) No podíamos llevar nada más.
Juan preguntó en clase dos cosas que le costaron una buena
zurra: Preguntó por pijama y para qué la máquina de afeitar. Luego de pasarlo al frente de la clase le
dijeron que esa era la lista y punto.
Que ni una cosa más ni una menos.
El maestro y director de grupo le hizo poner las manos al frente y con
una regla de madera le pegó 15 veces en cada palma de las manos. ¿Te quedó claro López? Ahora bájate los pantalones que vamos a
asegurarnos que no lo olvidarás y le dieron unas buenas nalgadas.
¿Alguien tiene más pregunta?
Pero nadie dijo nada.
Era martes y el viernes deberíamos ir con todo listo.
EL INGRESO
El viernes llegamos con nuestro equipaje. Éramos 26 chicos en el grupo, que pasaríamos un
fin de semana muy especial y que
volveríamos más obedientes y menos traviesos.
Nos iban a enseñar a respetar y a cumplir órdenes.
Entramos y nos pusieron en fila. Inmediatamente fuimos conducidos hasta el
último piso, el cual estaba lleno de habitaciones numeradas que ellos llamaban celdas.
En cada celda había dos camas, un pequeño nochero junto a
cada cama, un lava manos y un baño sin puerta.
Al final del piso estaban las duchas, que no eran
individuales y tampoco tenían puerta.
Pues bien, nos asignaron las celdas según el número de lista
(1,2 celda UNO; 3,4 celda DOS, etc. Hasta 25,26 celda 13). A mí y a mi compañero Hernández nos
correspondió la Celda # 5.
INSTRUCCIONES INICIALES
Fuimos conducidos a un salón donde nos indicarían las normas
del internado. Allí nos sentamos y
llegó el director a indicarnos las normas.
El director era un muchacho de
unos veinte años a quien nunca habíamos visto, con porte muy serio y cara de ser muy
malgeniado. Entró, nos pusimos en pie y
secamente nos dijo:
-Siéntense
-Este lugar es de mucho orden y obediencia.
-El desayuno es a las 6:45 a.m., el almuerzo a las 12:30 p.m.
y la cena a las 7:30 p.m.
-RÉGIMEN DE SILENCIO: Por ningún motivo podréis hablar a no
ser que se os ordene.
-DUCHA: Debéis ir a las duchas a las 4:30 de la mañana con
los artículos de aseo y la toalla. Iréis completamente desnudos.
-EJERCICIO: A las 5:30
os presentareis en la cancha vistiendo el uniforme de gimnasia. La calistenia durará hasta las 6:15. Os bañareis de nuevo y con el uniforme de
diario iréis a desayunar al comedor. En
el aula recibiréis clase a partir de las 8 de la mañana.
CONTINARÁ.
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