CAPÍTULO 166 : RELAJACIÓN

Nollen estaba emocionado por el regalo recibido, le ayudé a programarlo, por que, entre otras cosas, yo llevaba uno igual, y sabía como.La verdad es, que Nollen como ya os había indicado antes, hacía años que no vivía una situación así, su padre, no es que no celebrase la Navidad, es que, sencillamente su trabajo en el mundo del comercio internacional, no se lo permitía, y además, tengo que añadir, algo triste, Nollen tenía padre, pero no madre, por lo que estar en casa, con nosotros, había despertado en él, viejos sentimientos que, hacía mucho tiempo que no tenía, y claro está, es una parte que yo si se, que nadie sabe, y espero que sepáis guardar el secreto de esa situación.Nollen por eso, entró en Saint Andrew a los 6 años de edad que era la edad escolar obligatoria en Gran Bretaña, antes de eso, éste vivió en casa de unos parientes que lo cuidaron con las visitas de su padre en temporadas, y eso me hacía pensar, la forma de ser, y la independencia que siempre a tenido, saberse defender de otros chicos, en Saint Andrew, sin importarle las consecuencias, los castigos que lleva a sus espaldas, podría ser originado de todo esa pena que se guardó, tanto que, se que el día del funeral de su madre, éste ni estuvo por que su padre consideró que era demasiado pequeño para ver todo ese acto en si, por eso no tenía mucha simpatía a los cementerios, pero estando conmigo y los muchachos en éste dónde estuvimos, estuvo realmente acompañado y confortado.También, cabe decir que, ahora que los regalos ya habían sido abiertos, se podría decir que estábamos a días de la otra disciplina más recta, la del internado que estaría esperando a la vuelta de la esquina, y como no, quedaba la sorpresa aún no vista de la impresionante nevada, eso impidió las investigaciones de la policía al respecto del cementerio y nuestra actividad, pero alguien se hizo eco y lo sacó a la prensa local.

         Una vez abiertos los regalos, decidimos irnos a dormir, por que mañana quedaríamos con los chicos, para ver que habíamos recibido, ya sabéis, esas ridículas comparaciones en las que, todos vemos la resta de regalos y que es, lo mejor de todos, comparaciones algo infantiles, pero aquí las tradiciones se cumplen, y eso es, lo que hacemos todos.Nollen participará por primera y supongo que, única vez en una tradición como esa, y estaba impaciente, por ello me comentaba: -Sabes ?, creo que esa tradición vuestra está genial, ojalá haya más así en la resta del país, hasta en el colegio debiéramos hacer algo así, pero el padre Raphael considera que eso son pérdidas de tiempo y que no hay que pensar más que cuando lleguemos, recordemos las normas y a estudiar.Yo le comenté : -Ya se que se acerca el día de regreso a Saint Andrew, pero piensa en lo que te llevas de aquí, has conocido gente, has visto mi vida de barrio, mi escuela, y mis amigos habituales, y ahora tendrás que ir con la cabeza bien alta allí, demostrar que estaban equivocados cuando te fuiste conmigo, seguro que pensaron que ibas a dar problemas de los tuyos, Nollen se rió a carcajada limpia y luego comentó -Por que ?, -Por que, amigo Nollen, el padre Raphael te tiene manía, ya lo deberías saber, y seguro que intervino para que no vinieras aquí , -Ese es, capaz de hacer eso ?, -Si, además seguro que lo estuvo tramando ya semanas antes de nuestra partida, y creo que mi padre lo resolvió con su realismo de ex-alumno de internado como nosotros, además, mañana nos llevará él a su internado, iremos todos, que te parece la idea ?-No se, Charles, me parecerá raro, no es nuestro colegio, pero será divertido verlo.Con tanta charla en la habitación nos quedamos roques o dormidos, si queréis decirlo, tanto que la luz de la mesilla se quedó encendida y mi madre entró y la apagó, arropó a los dos, lo que ocurre es que de eso, ya no nos enteramos.