CAPÍTULO 99 : SUBIDA A LA HABITACIÓN

Las horas iban pasando, y yo en la enfermería, recuerdo que la enfermera, la señorita Rose Beilwood, me comentaba lo siguiente, -Ya está, jovencito escolar, ya podrás subir a la tarde a tu habitación, estás contento de dejar esto ?, yo le contesté, -Puedo elegir ?, ella muy amablemente me dijo, -Si yo pudiera te dejaría algunos días más, me pareces un chico atento y amable, eso me puso la cara roja de vergüenza, no esperaba ese comentario, y luego ella continúo, -Tienes además unas bonitas nalgas, que están sin vello, ya se que estarás extrañado que yo te esté diciendo ésto, pero aquí creo que soy la única chica que hay joven, la resta son mujeres en el profesorado y mayores, y todos vosotros sois chicos en el colegio.Yo entonces entre en conversación directa, -Te puedo ser franco ?, -Si claro contestó ella, -Verás, los chicos a nuestra edad estamos buscando respuestas a los estímulos sexuales, y tenemos necesidades, pero aquí estamos sin chicas, el colegio femenino está a varios kilómetros de distancia aunque si es verdad que seguramente las veremos en algún típico baile de curso, al final creo, ella hizo un gesto afirmativo con la cabeza, esa situación será a finales de Junio, pero el tema a ella le interesaba tanto que me llegó a preguntar por curiosidad, -Joven.....em Lidberg, te llamas de apellido verdad ?, -Si, le contesté yo, quiero que seas sincero conmigo, los chicos adolescentes de tu edad no lo son, pero creo que tu eres diferente, verás, te has hecho alguna vez una masturbación ?, sabes lo que es no ?, -Si le contesté y como me pidió ser sincero, le dije que si, más de una vez, en casa y aquí, con 14 años estamos aún fuera de ser sexualmente activos, que es a los 16 según los expertos en la materia, ella entonces me hizo una cara de como que, no se hubiera sorprendido nada, de hecho me indicó que más de uno se la hacía aquí en secreto, aunque no me dio nombres, entendiendo que somo chicos con necesidades de contacto, a todo ésto, nos olvidamos ambos que, el otro chico seguía aún estando ahí, Terence Buck Pittsburg, y como no, estaba alucinando por el hecho de esa conversación y es que me indicó, -Si quieres provocarme, Charles, vas equivocado, ya sabes lo que soy sexualmente hablando, pero no me voy a poner a cien con lo que estáis diciendo los dos ahí, o sea que, éste ahora ya sabía por desgracia que yo era un chico con prácticas de masturbación, eso una vez el padre Raphael nos comentó que si alguna vez cogía a alguien haciendo eso, le iba a dar la paliza de su vida, y que luego le iba a dar Aceite de Recino, que es asqueroso y después en la comida mandaría echar, algo de Bromuro, que eso quita las ganas de sexo en una temporada, es decir que nos podría dejar estériles durante una temporada, eso si, a mi no me afectaría por que no era sexualmente activo en esos momentos.En cuanto a las clases, miré la hora, y calculé que estarían en la de Inglés con el señor Michael Strap, que era el profesor más duro de la escuela tras el propio padre Raphael, Nollen estaba en la clase muy aburrido sin mi, éste le hinchó a preguntas de la materia y no respondió ni una, sabía que, al mediodía debía venir a buscarme para ir a la habitación y dejarme allí, como compañero de cuarto que era, yo iba con miedo por que a pesar de que ,me estaba recuperando de los correazos recibidos, mis nalgas estaban ya con marcas y berrugones, y menos hinchadas, pero seguían doliendo, además Nollen deberá ponerme la pomada en mis nalgas durante la noche, eso si que le iba a gustar.Pittsburg abandonó la enfermería se estaba vistiendo el uniforme pero mirándome, yo le dije, -Qué envidia me dás, que puedas volver a clase, dile a Nollen si puedes, que le veo en un rato, el recado se lo dio, y se despidió de allí, ahora estaría solo una hora escasa más, pero la enfermera se dedicó a hacerme compañía, y hablando libremente del tema de sexo.Finalmente, Nollen apareció, -Qué, como anda el súper chico ?, -Cómo ?, ,-Si el súper chico, es el apodo que te han puesto, Charles, la valentía como afrontaste el castigo ha corrido por todo el colegio ¡, éste hablaba mientas me ayudaba a vestirme con el uniforme beige, calcetines beige hasta las rodillas, el slip blanco reglamentario, el short a medio muslo, y la camisa, con mi nombre, eso será, la segunda parte del castigo, llevaré eso, hasta que el padre Raphael me diga, y tengo que ir a demás a las clases de Primaria a explicar por que se me ha castigado y que no sea eso, lo que les suceda a ellos, toda una señora diversión.Nollen le ayudó a levantarme, apoyé los pies en el suelo y anduve, me molestaba pero no, era doloroso, molesto quizá, me despedí de la enfermera y a Nollen le dio la pomada, y le indicó como debía y cuando, después salimos de allí en dirección a las habitaciones a dónde llegamos, Nollen le dejó tumbado en la cama, el padre Raphael vendría a darme su sermón por el castigo y mi comportamiento, y Nollen marchó de nuevo a abajo, -Hasta la noche Charles, la pomada quedó encima de la mesa, y yo en la habitación decidí hacer un poco de siesta.